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Cambiar o regresar

Sea a favor o en contra, hoy abordo un tema en el que todos seguramente tenemos una opinión, me refiero al horario de verano.

Sea a favor o en contra, hoy abordo un tema en el que todos seguramente tenemos una opinión, me refiero al horario de verano, que es una práctica bastante extendida en el resto del mundo y que además lleva varios años de ser aplicado.

Razones a favor de mantenerlo y otras para eliminarlo comienzan a surgir por la reciente idea presidencial de suprimirlo. Una razón de rechazo para mantenerlo es que mencionan las personas que su actividad es mayor cuando hay más luz natural de abril a finales de septiembre. Pero también hay opiniones a favor porque se dice que añade tiempo de luz diurna a las tardes, beneficia al comercio, a la práctica deportiva y demás actividades, aunque se estima que el ahorro potencial es de 5%, mayor en los hogares que en las industrias. Quizás por ese bajo ahorro es la idea de dar marcha atrás al cambio de horario.

Por lo que he visto o platicado con colegas de otras empresas, para la industria empata los horarios con Estados Unidos y por ese simple hecho facilita coordinar el despacho en aduanas de Baja California y California, que es nuestro caso. En Tamaulipas, Sonora, Coahuila, Nuevo Laredo y Chihuahua, sucede lo mismo con Arizona, Nuevo México y Texas.

Volviendo a la energía eléctrica, al empatar horarios puede generarse un ahorro en el consumo, además de un ahorro en demanda evitada: quizás esto sea más en áreas administrativas y de logística, entre otras, pero no tanto en la energía requerida en las líneas de producción. Señalo esto porque en las IMMEX son muy amplios los horarios de actividad de las máquinas, por lo que se inician y finalizan procesos a lo largo de la noche.

No quiero omitir la consideración de que en un sector industrial tan dinámico como la IMMEX, el ahorro energético sería más por el incentivo de medidas de uso de energías limpias y ayudas para ejecutarlas, que por el cambio de hora.

Tampoco quiero descartar que se pensara que el cambio de horario no afecta a las empresas porque tienen luz controlada, sin embargo, hay varias compañías que tienen traslúcidas en sus techos, lo que ayuda al ahorro. Aunque no debe perderse de vista que con un techo parcialmente translúcido pueden encenderse una hora después las luces, pero puede incrementar la demanda de energía por el uso de aire acondicionado.

Así, como conclusión general, debe evaluarse a fondo si existe o no un ahorro en el consumo de energía eléctrica debido al cambio de horario durante el verano. Pero antes de esa conclusión, debemos pensar en otras afectaciones y/ o riesgos. Por ejemplo, evitar que los ajustes de horario se empaten con las horas pico, para no pagar más que lo supuestamente ahorrado; los que trabajamos, medir cuánto incurrimos en las horas más calurosas del día, lo que puede afectar la productividad si se suma también el cambio en el reloj biológico. Otro punto es que, si se alarga el día, se tiende a seguir trabajando, sobre todo si estamos teletrabajando y no nos desconectamos, lo cual no significa que el rendimiento aumente. Para esto último, una recomendación: adelantar al menos una hora este tipo de reuniones.

Como consumidores, recordemos que, a mayor demanda de energía, por ejemplo, para aires acondicionados, podemos incurrir en tarifas más elevadas y caer en horas pico, lo cual podría también ocasionar paros y apagones o en su caso requerir nuevas plantas de generación solo para cubrir las demandas en verano e invierno porque aquí en Mexicali tenemos climas extremos.

Para terminar, no dejemos que se politice el tema ni se realicen costosas y además absurdas consultas populares detrás del cambio o no de horario.

*- El autor es Consejero Nacional de Index, además de Director de Recursos Humanos para LatinAmérica en Newell Brands.

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