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¿Qué tan ideológica y qué tan pragmática sería Claudia como Presidenta?

Sheinbaum, la posible próxima presidenta de México, se perfila como una líder pragmática en lo económico, malabarista con el tema de Pemex e ideológica en asuntos sociales.

El otro día me hicieron esta pregunta. Como Sheinbaum se ha dedicado a administrar su ventaja en las encuestas, ha arriesgado muy poco en revelar qué tipo de Presidenta sería en caso de ganar las elecciones del próximo 2 de junio. Por tanto, henos aquí, a un poco más de un mes de los comicios, tratando de adivinarlo.

Existe en México todo un mercado de exégetas que tratan de explicarnos a “la verdadera Claudia”. Lo interesante es cómo se contradicen entre ellos. Unos la ven separándose del proyecto y el estilo de López Obrador. Otros creen que se apegará lo más posible al guion lopezobradorista, si no es que será un mero títere del actual Presidente quien en realidad seguirá gobernando desde su rancho en Palenque. A riesgo de convertirme en un exégeta más, trataré de contestar la pregunta que me hicieron el otro día. Creo que Claudia será muy pragmática en los temas económicos.

De ninguna manera le conviene entrar como Presidenta (si es que gana, insisto) y se genere una crisis que haga “descender al piso” al Producto Interno Bruto (PIB) y/o se dispare la inflación. Esto lo entendió muy bien López Obrador. Lo que le dio en la torre al PRI como partido dominante fue precisamente las crisis económicas de los ochenta y noventa del siglo pasado. Por eso, AMLO se comportó razonablemente responsable en el manejo de las finanzas públicas, salvo el último año de su Gobierno donde, ahí sí, con fines electorales, ha endeudado al País en cinco puntos porcentuales del PIB para incrementar el gasto corriente, en particular los programas sociales. De esta forma, llegue Claudia o Xóchitl Gálvez a la Presidencia, uno de sus primeros retos será cuadrar las finanzas públicas. Los Pre-Criterios del paquete económico del Gobierno para 2025 ya prevén una caída del 12% del gasto público en términos reales. Se trata de un recorte enorme.

Después de un año -2024- de expansionismo fiscal, entraremos a uno -2025- de contracción. Por tanto, para que siga creciendo la economía, Sheinbaum tendrá que incentivar el gasto e inversión del sector privado. En este sentido, deberá establecer una relación fluida, sin contratiempos ni sorpresas, con los empresarios. La inminente crisis de las finanzas públicas la obliga a ser más pragmática que ideológica en materia económica. Donde tendrá que hacer malabares entre ideología y pragmatismo será con el futuro de Pemex. La empresa petrolera es el gran barril sin fondo de las finanzas públicas. Este sexenio ha recibido apoyos del Gobierno federal del orden de 1.65 billones de pesos para mantenerse a flote. Esto es insostenible. O se pone orden en Pemex o quiebra el erario. Creo que Claudia lo tiene claro. Sin embargo, en este tema, el lopezobradorismo es muy ideológico. En su viejo dogma nacionalista, consideran a la empresa del Estado como pilar del desarrollo económico. Están convencidos que hay que “rescatar” a Pemex a cualquier costo, cuando lo que necesita es una reestructuración a fondo para deshacerse negocios, como el de la refinación, que producen enormes pérdidas económicas. No me imagino, en este sentido, a Claudia haciendo la gran reforma con el fin de hacer a Pemex viable. Esto la enfrentaría con el mismísimo López Obrador y los más radicales de su movimiento. Por eso, será muy interesante ver su malabarismo entre ideología y pragmatismo con relación a Pemex.

En donde sí veo muy ideológica a Claudia es en todo lo que tenga que ver con asuntos sociales. Y cuando digo ideología pienso fundamentalmente en estatismo: Darle prioridad al Estado sobre posibles soluciones de mercado. Comenzando, desde luego, con los programas sociales. Ya dijo Sheinbaum que quiere mantenerlos e incluso extenderlos. Por ejemplo, llevar a todos los estados una beca para estudiantes de preescolar y primaria que ella implementó en la Ciudad de México como jefa de Gobierno.

También la veo ideológica en educación y salud. Nada de tercerizar al sector privado o financiar proyectos que no seanoperados por el Gobierno. Como militante de izquierda, Sheinbaum piensa que el Estado debe encargarse 100% de todo lo que tenga que ver con temas sociales. Con un pequeñito problema que enfrentará: A ver de dónde saca el dinero para financiar un Estado más intervencionista del que ya tenemos. En suma, veo a Claudia pragmática en lo económico, malabarista en lo de Pemex e ideológica en los temas sociales.

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