Ana María Salazar

La estrategia de seguridad del Presidente y su legado "de abrazos y no balazos" ha sido un fracaso, dejando a las candidatas de Morena en una posición difícil al tener que defender lo indefendible.

El nivel de violencia que vivirá México en la siguiente década, en parte dependerá de las posiciones y el tono que asuman las candidatas en estas siguientes semanas antes de las elecciones.

Es peligrosísimo y antidemocrático permitir al Presidente de México conceder indultos o amnistías sin límites y sin contrapesos.

Defensores de Sheinbaum, y la misma candidata desperdician tiempo y esfuerzos para defender lo indefendible: La honorabilidad de Zaldívar.

Estamos a casi 50 días del proceso electoral más grande en la historia del País, Pero no debemos esperar que sea el 2 de junio cuando se defina el futuro de México.

López Obrador, en sus recientes declaraciones, insinúa la posibilidad de un "golpe técnico", utilizando una metáfora de "soltar tigres", lo cual sugiere una amenaza de violencia en caso de que los resultados electorales no favorezcan a su partido.

Molestó mucho al Presidente de México de que una madre “buscadora” lo “acusara” ante el rey de España.

En un reporte patrocinado por el Departamento de Estado, y publicado esta semana, señala que la “Inteligencia Artificial” (IA) podría representar “una amenaza de nivel de extinción para la especie humana”.

Sin importar quien sea electa Presidenta, ella enfrentará un país con un índice histórico de homicidios, violencia en contra de la población y control territorial por grupos del crimen organizado.

Es muy probable que Andrés Manuel López Obrador llevaba algún tiempo tratando de justificar porque no iría a la famosa reunión de los “Tres Amigos”, que este año le tocaba a Canadá.

El Presidente y su séquito están envueltos en escándalos, desgracias, enfrentamientos entre poderes, comentarios cínicos, insultos, buscando desviar la atención de los problemas urgentes y graves que se vive en este momento.

La reacción del Presidente era de esperarse y tal vez con justa razón.

¿Por qué no pedirles a ambas candidatas hacer una promesa de que no respaldarán candidatos o candidatas que tengan vínculos con el crimen organizado?

Sicológicamente necesitamos creer que las cosas mejorarán, aunque la lógica nos dice otra cosa.